Mi interés por el tema de la
adopción se dio cuando tuve la increíble oportunidad de trabajar en un DIF
estatal, ahí tuve contacto con casas hogares y presenciar el proceso de adopción,
los tramites, los padres ansiosos y la maravillosa entrega del menor a su nueva
familia. Pero más allá de todo esto, hay
una historia en cada uno de eso seres pequeñitos que por diversas circunstancias
la vida los llevo a manos a una nueva familia bondadosa y con deseos de amar.
Para mí la adopción era un
tema desconocido hasta ese momento, ahora pienso que es algo increíble porque
conjuga todo un acto de amor que hace felices a muchas personas. La adopción fue
una de las labores del DIF que más disfruté.
Pude observar también el otro
lado de la adopción, lo que tiene que suceder para que se den casos en los que
alguna madre desesperada o en una situación difícil abandone a su pequeño recién
nacido o a sus hijos porque le fue mal o simplemente no tienen el deseo de ser
madre y la vida la llevo a eso, solo ellas saben porque lo hacen, casos así muy
frecuentes lamentablemente.
Así es como ingresan bebes a
la casa cuna o niños mayores de 6 años llegando a casa de la niña o del niño, todos
con la esperanza de tener una familia que los quiera, que los abrace, que los
consienta, un hogar donde jugar y sobre todo tener un papá y una mamá, poder pronunciar esas palabras y
darles sentido en su corazón
Para mí en lo personal
hablar sobre los niños es un tema muy
sensible nunca estuve tan cerca de todo esto sino hasta cuando trabaje en el
DIF, me tocó ver el preciso momento en el cual llega una familia completa llena
de regalos, globos, chocolates, grandes sonrisas y una gran alegría, los padres
emocionados esperando conocer a quien será desde ese instante su hijo. Pues
bien se procede a una ceremonia protocolaria donde después de leer las cartas
respectivas y firmarlas, finalmente reciben a su hijo. Recuerdo muy bien las
caras de felicidad de los padres al ver por primera vez lo que tanto habían anhelado,
al conocer el rostro de ese niño o niña por la cual pasaron un largo proceso de
exámenes, documentos, pruebas, muchas pruebas, algunas largas, otras cortas, despendiendo del caso. En fin, todo ese
proceso se reduce a ese momento al cual puedo llamar simplemente mágico. Aún
recuerdo los aplausos en cada una de esas bellas ceremonias donde por un
instante le das valor y sentido a la vida, todas me hacían recordar lo hermoso
que es la familia y lo que somos capaces
de hacer por cumplir un deseo, en este caso, el más grande y noble: tener una
familia y hacerte cargo para siempre de un ser.
Mucha veces rodaban las lágrimas,
claro es inevitable, sobre todo al escuchar las palabras que en ese momento ofrecían
los padres al conocer a su hijo, siempre memorables, sin duda la frase que más recuerdo escuchar es: “valió la pena todo
lo que hemos pasamos para conocerte y tenerte en nuestra vidas” palabras que
siempre me erizaban la piel, a mí y a todos los que teníamos la oportunidad de
presenciarlo, en su rostro los nuevos padres
reflejaban todo esa felicidad. Momento indescriptible de verdad.
Bueno pues de ahí mi interés
en el tema de la adopción. Principalmente por eso y por otras vivencias que quiero
compartir: pues resulta que por diversas circunstancias también colaboré unos
meses directamente en la casa del niño, un orfanato donde ingresan niños
mayores de 6 años y hasta los 18 (estos niños la mayoría de las veces fueron
golpeados y abusado por sus padres biológicos) más allá de todo pude constatar lo hermosos que
son esos niños, tienen tanto amor para dar, a pesar de su circunstancia siempre
sonríen, te abrazan ,algunas veces te
llaman mamá, son los niños más tiernos con los que he convivido, además de
inteligentes y traviesos, tengo grabadas sus sonrisas y sus abrazos en mi
mente. Escribiendo esto aún los recuerdo y me entra un poco la nostalgia,
quisiera que cada uno de ellos tuviera una
familia que todas las noches los cobijara, los besara los abrazara les dijeran te
quiero y sobre todo que se sientan seguros y protegidos, estando ahí me di
cuenta de la necesidad de cada ser
humano de pertenecer a una familia, más que una necesidad, es un derecho de
vida. Así debería ser.
Todo ser humano merece una
buena calidad de vida, me tocó presenciar muchas veces niños heridos, golpeados, abusados por sus propios padres, situaciones
que no deberían suceder pero que terriblemente pasan y más comúnmente de lo que
creemos.
Siempre he estado convencida
que los niños son los seres más hermosos del universo, merecen ser felices y
recibir todo el amor y cuidado del mundo. Pero hay cosas que no podemos
cambiar, que no están en nuestras manos, y al pensar en todo ello y sentirme impotente,
me ayuda recordar los bellos momentos que se presencian en las ceremonias de adopción
donde estos angelitos hermosos encuentran una familia para ellos, no todos
corren con la misma suerte pero al menos constate que para todos esos niños
siempre hay una nueva oportunidad y lo pude confrontar en las casas hogares y
más aún en la adopción y me convencí de que en el mundo todavía hay gente buena
que esta dispuesta a dar todo su amor a un ser que segura estoy siempre estuvo
destinado para ellos, para ser parte de su familia y compartir la felicidad de
la vida.
Por eso el nombre del blog adopción
amor porque la opción se me hace uno de las más grandes manifestaciones de amor.
Esto es solo un poco de cómo
les puedo describir mi experiencia aunque podría extenderme muchísimo más quise
plasmar lo esencial. Soy muy cursi lo sé, pero no podía dejar pasar esa etapa
de mi vida donde fui participe, para mi fortuna, de esta gran experiencia que
sensibilizó mi corazón.
M.S.R.G.
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