viernes, 26 de abril de 2013

Mi experiencia en la adopción



Mi interés por el tema de la adopción se dio cuando tuve la increíble oportunidad de trabajar en un DIF estatal, ahí tuve contacto con casas hogares y presenciar el proceso de adopción, los tramites, los padres ansiosos y la maravillosa entrega del menor a su nueva familia.  Pero más allá de todo esto, hay una historia en cada uno de eso seres pequeñitos que por diversas circunstancias la vida los llevo a manos a  una nueva  familia bondadosa y  con deseos de amar.
Para mí la adopción era un tema desconocido hasta ese momento, ahora pienso que es algo increíble porque conjuga todo un acto de amor que hace felices a muchas personas. La adopción fue una de las labores del DIF que más disfruté.
Pude observar también el otro lado de la adopción, lo que tiene que suceder para que se den casos en los que alguna madre desesperada o en una situación difícil abandone a su pequeño recién nacido o a sus hijos porque le fue mal o simplemente no tienen el deseo de ser madre y la vida la llevo a eso, solo ellas saben porque lo hacen, casos así muy frecuentes lamentablemente.
Así es como ingresan bebes a la casa cuna o niños mayores de 6 años llegando a casa de la niña o del niño, todos con la esperanza de tener una familia que los quiera, que los abrace, que los consienta, un hogar donde jugar y sobre todo tener un papá y  una mamá, poder pronunciar esas palabras y darles sentido en su corazón
Para mí en lo personal hablar sobre  los niños es un tema muy sensible nunca estuve tan cerca de todo esto sino hasta cuando trabaje en el DIF, me tocó ver el preciso momento en el cual llega una familia completa llena de regalos, globos, chocolates, grandes sonrisas y una gran alegría, los padres emocionados esperando conocer a quien será desde ese instante su hijo. Pues bien se procede a una ceremonia protocolaria donde después de leer las cartas respectivas y firmarlas, finalmente reciben a su hijo. Recuerdo muy bien las caras de felicidad de los padres al ver por primera vez lo que tanto habían anhelado, al conocer el rostro de ese niño o niña por la cual pasaron un largo proceso de exámenes, documentos, pruebas, muchas pruebas,  algunas largas,  otras cortas,  despendiendo del caso. En fin, todo ese proceso se reduce a ese momento al cual puedo llamar simplemente mágico. Aún recuerdo los aplausos en cada una de esas bellas ceremonias donde por un instante le das valor y sentido a la vida, todas me hacían recordar lo hermoso que es la familia y  lo que somos capaces de hacer por cumplir un deseo, en este caso, el más grande y noble: tener una familia y hacerte cargo para siempre de un ser.
Mucha veces rodaban las lágrimas, claro es inevitable, sobre todo al escuchar las palabras que en ese momento ofrecían los padres al conocer a su hijo, siempre memorables, sin duda la frase que  más recuerdo escuchar es: “valió la pena todo lo que hemos pasamos para conocerte y tenerte en nuestra vidas” palabras que siempre me erizaban la piel, a mí y a todos los que teníamos la oportunidad de presenciarlo, en su rostro los nuevos padres  reflejaban todo esa felicidad. Momento indescriptible de verdad.

Bueno pues de ahí mi interés en el tema de la adopción. Principalmente por eso y por otras vivencias que quiero compartir: pues resulta que por diversas circunstancias también colaboré unos meses directamente en la casa del niño, un orfanato donde ingresan niños mayores de 6 años y hasta los 18 (estos niños la mayoría de las veces fueron golpeados y abusado por sus padres biológicos)  más allá de todo pude constatar lo hermosos que son esos niños, tienen tanto amor para dar, a pesar de su circunstancia siempre sonríen, te abrazan ,algunas veces  te llaman mamá, son los niños más tiernos con los que he convivido, además de inteligentes y traviesos, tengo grabadas sus sonrisas y sus abrazos en mi mente. Escribiendo esto aún los recuerdo y me entra un poco la nostalgia, quisiera  que cada uno de ellos tuviera una familia que todas las noches los cobijara, los besara los abrazara les dijeran te quiero y sobre todo que se sientan seguros y protegidos, estando ahí me di cuenta de la necesidad de cada ser humano de pertenecer a una familia, más que una necesidad, es un derecho de vida. Así debería ser.

Todo ser humano merece una buena calidad de vida, me tocó presenciar muchas veces niños heridos,  golpeados,  abusados por sus propios padres, situaciones que no deberían suceder pero que terriblemente pasan y más comúnmente de lo que creemos.
Siempre he estado convencida que los niños son los seres más hermosos del universo, merecen ser felices y recibir todo el amor y cuidado del mundo. Pero hay cosas que no podemos cambiar, que no están en nuestras manos, y al pensar en todo ello y sentirme impotente, me ayuda recordar los bellos momentos que se presencian en las ceremonias de adopción donde estos angelitos hermosos encuentran una familia para ellos, no todos corren con la misma suerte pero al menos constate que para todos esos niños siempre hay una nueva oportunidad y lo pude confrontar en las casas hogares y más aún en la adopción y me convencí de que en el mundo todavía hay gente buena que esta dispuesta a dar todo su amor a un ser que segura estoy siempre estuvo destinado para ellos, para ser parte de su familia y compartir la felicidad de la vida.

Por eso el nombre del blog adopción amor porque la opción se me hace uno de las más grandes manifestaciones de amor.

Esto es solo un poco de cómo les puedo describir mi experiencia aunque podría extenderme muchísimo más quise plasmar lo esencial. Soy muy cursi lo sé, pero no podía dejar pasar esa etapa de mi vida donde fui participe, para mi fortuna, de esta gran experiencia que sensibilizó mi corazón. 

M.S.R.G.



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